En el Hotel Internacional, que se ubica sobre la avenida internacional de la ciudad de Chuy, se desarrolla en el primer piso del edificio un salón de gran superficie que se utiliza para servir los desayunos y ocasionales almuerzos y cenas. Dentro del marco de renovación del hotel y de forma de brindar una mayor gama de servicios se proyecta el diseño interior del salón. La premisa del proyecto era transformar el lugar en un espacio flexible, donde pudieran convivir actividades simultáneas, no siempre compatibles, con un presupuesto muy acotado.

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Para dar respuesta a ellos se decidió trabajar en un diseño simple, pero que a su vez, incorporara una estética contemporánea. Se buscó que las tareas de obra habilitaran una posible “autoconstrucción” para liberar gran parte del monto disponible a la compra de mobiliario.

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El lugar tenía una altura considerable con muchas vigas que lo subdividían visualmente. Como primera intervención, se decidió pintar las losas y vigas de un color oscuro y colocar un cielorraso permeable de sogas de colores para generar planos inclinados que unificaran todo el espacio y le dieran dinamismo. Luego, se propuso revestir los muros medianeros con tablas de madera reutilizadas de diferentes tamaños y profundidades, que sirvieran de apoyo a elementos de decoración existentes y vegetaciones incorporadas.

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Se proyectaron cuatro áreas de funcionamiento diferenciadas por el mobiliario y elementos sutiles que formaron parte de la decoración. Un área de estar conformada por mesas ratonas y butacas en el sector de fachada; un espacio central multifunción, con mesas para 100 comensales y paneles que permitían subdividirlo en salas de reuniones o pequeños eventos; un área de juegos para niños y una última zona de barra asociada a la cocina.