El desafío de este proyecto consistió en la transformación de un garage de una vivienda que oficiaba de depósito en un consultorio. Para darle total autonomía al futuro consultorio, se debía contar con: un área de espera, un área de consulta, un baño, biblioteca y un espacio que pudiese funcionar como una versión mínima de kitchenette. Dado que el metraje era reducido, y la disposición de los puntos de contacto con el exterior y el vínculo con la vivienda no podía modificarse, se optó por ubicar un pequeño baño de servicio bajo el espacio de la escalera dotándolo de iluminación y ventilación a través de una puerta-ventana batiente hacia el patio interior de la vivienda. Esto permitió también su utilización como baños social al momento de realizar actividades en el patio si el consultorio no se encuentra abierto. El espacio triangular bajo la escalera que no podía ser utilizable como baño por su altura se transformó en un mueble con puerta batiente donde se alojaron los elementos de kitchenette.

 

El área “útil” del garage fue subdividida a través de un mueble-biblioteca para generar el espacio de consulta y la sala de espera. La materialidad escogida para este elemento permitió tamizar la luz que llegaba desde el exterior al área de consulta generado un espacio cálido y acogedor.

 

Para mejorar el acceso de la luz natural se procedió a generar una serie de vanos fijos en cada una de las hojas del portón existente. Además de incorporarle al portón un revestimiento interior en madera (antiguamente en chapa) que junto con el nuevo pavimento también en madera permitieron brindarle mayor calidez al espacio eliminando los últimos vestigios de su antiguo uso.