En 2013 obtenemos el primer premio de la licitación que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil abre para el desarrollo del proyecto y construcción de la sede del Consulado brasileño en la ciudad de Chuy y de la vivienda del Cónsul. Como condición principal, el anteproyecto se tenía que definir junto al Departamento de Arquitectura del Ministerio (SARQ) y existían varias exigencias preestablecidas por la propia oficina para mantener una identidad en todas sus sedes.

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Se realizaron cambios importantes al anteproyecto sugerido por SARQ, adaptándolo a la normativa departamental, pero también, incorporándole elementos de diseño propios del estudio. Aunque eran dos programas independientes, con accesos separados y funcionamientos diferenciados, debían conformar una única volumetría y tener una circulación interna que los conecte.

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Al Consulado se accede a partir de un puente sobre un patio hundido que atraviesa las copas de los árboles y llega a un hall en doble altura. En planta baja se encuentran la mayoría de las áreas de atención al público y los servicios comunes y privados. En el subsuelo se desarrolla una sala de conferencias y exposiciones vinculada directamente al patio enjardinado, mientras que en planta alta se ubicaban las oficinas y la gerencia. El núcleo de circulación vertical aparece como elemento exento, condicionante del Departamento SARQ para mantener ciertos lenguajes existentes en otras sedes consulares.                 

     

La vivienda del cónsul se desarrolla en dos plantas, ubicándose en planta baja los espacios más públicos (estar, escritorio, comedor, cocina, garaje, servicios y toilette. En la planta alta se ubican tres dormitorios en suite de grandes dimensiones y un segundo estar más privado, que conecta directamente con el consulado. 

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Se optó por una arquitectura “blanca” de volúmenes puros, con detalles en madera y un especial diseño de las áreas verdes que rodean la construcción, amenizando la escala del proyecto.

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